Los pañuelos de papel, o pañuelos desechables, son un tipo de papel usado con un fin principalmente higiénico. Están fabricados a partir de un papel ligero y suave que los hace perfectos para su uso.
Como otros productos de papel tisú, que incluye a las toallas de papel y al propio papel higiénico, juegan un papel muy importante en la vida moderna. Están diseñados para proporcionar resistencia, peso ultraligero, suavidad y capacidad de absorción, todo al mismo tiempo.
Se usan principalmente para sonarse la nariz o limpiarse la cara. Son básicamente un sustituto del tradicional pañuelo de tela con la ventaja de que al ser desechable se evita tener un pañuelo sucio guardado en el bolsillo.
Contribuyen a mejorar la higiene, la comodidad y la convivencia en nuestra sociedad. En la actualidad, cada vez es más común encontrarlos perfumados o con algún tipo de tratamiento (por ejemplo aloe vera) para aumentar su suavidad y mejorar el enrojecimiento provocado por un uso intenso.
Hoy en día cuando pedimos un pañuelo, normalmente pedimos un "kleenex", lo mismo ocurre cuando pedimos una "Coca-Cola" en lugar de un refresco de cola o "pan Bimbo" en lugar de pan de molde. En todos estos ejemplos, utilizamos el nombre de la marca más popular para identificar el producto.
Esta palabra deriva de una marca de la empresa Kimberly-Clark, que fue fundada en 1.872 por Haviloah Babcock, Frank C. Shattuck, John A. Kimberly y Charles B. Clark en un pequeño pueblo de Wisconsin (Estados Unidos). La empresa se fundó para producir y vender papel de escritura de alta calidad y papel de periódico.
La Scott Paper Company, que era uno de sus mayores competidores, producían rollos de papel higiénico. En 1.890, gracias a sus pequeños rollos de papel higiénico, se convirtieron en el número uno en ventas. Más tarde, en 1.907, la empresa Scott inventa y vende por primera vez sus pañuelos desechables.
La primera guerra mundial (1914-1919) fue clave para el desarrollo de la empresa y para el comienzo del famoso Kleenex. Los pañuelos desechables producidos por Kimberly-Clark están hechos de un material llamado "cellucotton" (juego de palabras para referirse a la mezcla de celulosa y algodón) inventado por esta empresa durante la primera guerra mundial. Originalmente, se utilizaban en las máscaras antigás, en lugar de algodón, ya que el algodón se empleaba de forma casi exclusiva para hacer ropa.
La corporación Kimberly-Clark crea el primer tejido para uso facial en 1.924, y el producto fue anunciado como desmaquillante y crema. La imagen de los pañuelos se asoció a famosas estrellas de cine de la época. Se vendía en paquetes de 100 hojas por un precio de 65 centavos. Aunque originalmente se comercializó para eliminar el maquillaje, la gente comenzó a usar el pañuelo de papel de muchas otras maneras, principalmente como un pañuelo desechable.
Unos años más tarde, tras su aparición en el mercado, los clientes enviaron cartas a la empresa sugiriendo el uso de los pañuelos contra los resfriados. En los años 30, el uso de los pañuelos como pañuelos desechables se expandió, así que la compañía tomó nota de su popularidad le puso a su papel el lema: "Don't put a cold in your Pocket" (“no pongas un resfriado en tu bolsillo”, haciendo alusión a los gérmenes que se llevarían en un pañuelo usado).