Historia del Inodoro


Historia del Inodoro - Aitoff para Pixabay.com

La historia del inodoro está llena de acontecimientos interesantes y puntos de intersección con nuestras civilizaciones, culturas, países y el desarrollo de las sociedades modernas. Con más de 5.000 años de antigüedad, ha logrado convertirse en uno de los inventos modernos más utilizados de nuestra civilización, siendo utilizados regularmente por una gran parte de la población humana en todo el mundo. Si estás interesado en averiguar cómo los inodoros llegaron a ser tan populares, sigue leyendo.

El Primer Retrete

El descubrimiento arqueológico más antiguo donde se hayan encontrado retretes en funcionamiento data del año 3000 a.C. en Escocia. En un asentamiento neolítico, los científicos de Skara Brae encontraron restos de unas cabañas de piedra, totalmente equipadas con desagües que se salían desde unos huecos de las paredes.

Lo increíblemente temprano de esta invención, así como la propia complejidad y el buen funcionamiento de esta tecnología sanitaria, no se vio en ninguna otra cultura más avanzada durante miles de años. Durante milenios fue, en completo desconocimiento, un diseño de letrina superior a cualquier invención creada en cualquier lugar del mundo.

El Retrete en la Antigüedad

El centro y el sur de Europa fue por mucho tiempo el hogar de distintos tipos de retretes muy simples, que sólo fueron eclipsados por los arquitectos en el 1.700 a.C. de Creta, cuando crearon el Palacio Real de Knossos. Las letrinas ubicadas en las ruinas de esta antigua estructura tenían grandes ollas de arcilla conectadas al suministro de agua que viajaba a través de tuberías de terracota.

Este avanzado diseño de letrinas permaneció inigualable durante toda la vida de los imperios griego y romano, y durante toda la Edad Media europea. Sólo fueron superados a mediados del siglo XVI cuando los avances técnicos del Renacimiento europeo permitieron finalmente la creación de algo mejor.

Los baños públicos o privados en Roma eran una extensión de los diversos diseños encontrados en sus civilizaciones vecinas - Grecia y Egipto. Después de ver la tradición de los baños y saunas públicos en Egipto, los romanos establecieron sus propios baños públicos que fueron creados en una escala asombroso.

Los baños de Caracalla eran seis veces más grandes que la catedral de San Pablo y podían atender a más de 1.600 personas a la vez. En cuanto a los baños comunales, Roma albergó más de 144 de ellos durante cierta época, pero se usaban raramente, y la mayoría de los desechos humanos terminaban regularmente en las calles de la ciudad.

El Excusado en la Edad Media y el Renacimiento

Retrete en castillo - falco para Pixabay.com

En la Europa medieval los aseos adoptaron diversas formas, pero eran muy raros. La mayoría fueron creados sobre colinas de castillos o pueblos, suspendidos en el aire mediante edificaciones simples de madera o en galerías de castillos. Los residuos que caían en esas letrinas servían como un excelente repelente para las fuerzas enemigas que querían entrar en la ciudad por la fuerza, sin embargo y tristemente, este tipo de residuos atraían gran cantidad de enfermedades. Los campesinos solían tener sus propias letrinas en los extremos de las calles, y la gente que vivía cerca de los ríos, vertía sus residuos directamente en ellos contaminando cauces.

Con la llegada del Renacimiento, los retretes finalmente comenzaron a parecerse a algo más al diseño moderno. El francés Luis XI usaba retretes ocultos que se ubicaban detrás de cortinas y eran regularmente perfumados con hierbas. Otros gobernantes europeos utilizaron opciones similares.

A finales del siglo XVI, la adopción masiva del saneamiento de los retretes se extendió por toda Inglaterra, con inodoros que utilizaban agua corriente para transportar los residuos fuera de las instalaciones habitadas. Tanto la gente común como la realeza usaron este tipo de sistema, especialmente después de Alexander Cummings.

El inventor del inodoro moderno

En 1.775, Alexander Cummings inventó el primer inodoro moderno. La propia palabra inodoro hace referencia al gran avance conseguido por este relojero escocés. Gracias a la creación de una tubería con forma de “S”, se quedaba una cierta cantidad de agua que taponaba la tubería y evitaba que los olores del desagüe salieran al exterior. También concibió y patentó el primer diseño de retrete con descarga de agua.

La revolución moderna de los inodoros llegó en la época victoriana con la controvertida figura de Thomas Crapper, destacado fontanero londinense que construyó inodoros en varios palacios reales ingleses. Su apellido pronto se convirtió en la jerga habitual para referirse a las letrinas y retretes, y sus demostraciones públicas de retretes aseguraron su difusión en todo el mundo.

Aunque obtuvo 9 patentes relacionadas con fontanería e inodoros, la controversia viene de que su fama le convirtió (sin serlo) en el inventor de algunos de los avances más relevantes de los inodoros. Como dato divertido, es interesante saber que “crap” en inglés, significa excremento o defecar. Por lo que “crapper”, el apellido de este inmortal fontanero, vendría a significar algo similar a cagadero.

La evolución de los inodoros en el siglo XX trajo consigo la descarga de agua (en un sentido moderno), las primeras cisternas, el sifón automático (patentado y mejorado por George Crapper, nieto de Thomas), los rollos de papel higiénico y mucho más.

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